La CoQ10, molécula clave desde hace 2.500 millones de años

Según un estudio danés-estadounidense; sin la molécula conocida como ubiquinona (coenzima Q10), no habría habido vida en la tierra. La web de noticias de la Fundación Novo Nordisk, ScienceNews dk, publicó un artículo sobre el estudio. La ubiquinona, que las personas tenemos en todas nuestras células, fue desarrollada originalmente por bacterias prehistóricas para ayudarnos a sobrevivir. Puedes leer más aquí:

Normalmente, las bacterias no se asocian con algo positivo, pero hace unos 2.500 millones de años, esas bacterias hicieron un pequeño "ajuste de forma" para sobrevivir.

Este pequeño pero vital cambio es la razón por la que estás aquí. Siendo la única fuente de vida en ese momento, estas bacterias desarrollaron la molécula que la ciencia hoy considera uno de los elementos más importantes en las mitocondrias, que son las centrales generadoras de energía en nuestras células.

La ubiquinona como nuevo combustible de las bacterias

Desarrolló ubiquinona como su nuevo "combustible"

La molécula se llama ubiquinona pero también se conoce como coenzima Q10. Anteriormente, las bacterias habían usado naftoquinona para producir energía, pero debido a un aumento repentino en la concentración de oxígeno en la atmósfera, las bacterias necesitaban desesperadamente un tipo diferente de quinona que pudiera protegerlas del oxígeno al mismo tiempo. El oxígeno es inherentemente un arma de doble filo. Por un lado, es fundamental. Por otro lado, es capaz de formar compuestos de oxígeno potencialmente destructivos (radicales libres). La ubiquiona puede retener el oxígeno, mientras que la naftoquinona tiende a liberar los iones de oxígeno que luego forman radicales de oxígeno dañinos.

La ubiquinona tuvo un crecimiento más rápido

Aparentemente, era una ventaja para las bacterias pasar de un tipo de quinona a otro. Los científicos han descubierto esto al estudiar la bacteria E. coli en un laboratorio. La bacteria E. coli puede utilizar tanto naftoquinona como ubiquinona dependiendo de la saturación de oxígeno de su entorno. Al "restablecer" genéticamente las bacterias, los científicos lograron crear diferentes versiones de las bacterias prehistóricas. De repente, pudieron ver claramente cómo la bacteria E. coli que usa naftoquinona crece a un ritmo un 30 por ciento más lento que las bacterias que usan ubiquinona. En otras palabras, la bacteria obtuvo una ventaja evolutiva al reemplazar la naftoquinona con ubiquinona.

Las bacterias crearon la primera célula del mundo

La historia está a punto de mejorar aún más. La teoría científica dice que dos bacterias aleatorias en algún momento, por casualidad, se fusionaron. La bacteria que estaba dentro de las otras bacterias se convirtió en lo que hoy conocemos como la mitocondria: la planta de energía microscópica que produce energía dentro de la célula. Esta, supuestamente, fue la primera célula que se creó. A partir de este momento, las cosas se desarrollaron rápidamente. Las plantas, los animales y los humanos, todos ellos formados a partir de células, siguieron la estela de este evento evolutivo, y ya se conoce el resto de la historia.

La ubiquinona se encuentra en las mitocondrias

Las personas son capaces de sintetizar ubiquinona

El mismo compuesto exacto que fue desarrollado por bacterias hace 2.500 millones de años se encuentra dentro de las mitocondrias en nuestras células. La especie humana es capaz de sintetizar ubiquinona, pero la síntesis endógena alcanza su punto máximo a principios de los veinte y comienza a disminuir a partir de ese punto. La ubiquinona también se encuentra en ciertos alimentos, pero la principal fuente de la molécula es la producción propia del cuerpo.

Los científicos estadounidenses y japoneses comenzaron a interesarse mucho en la ubiquinona en las décadas de 1960 y 1970, pero la población en general nunca había oído hablar de ella.

Estudios científicos con Q10 de Pharma Nord

Investigación científica con los productos Q10 de Pharma Nord

Pharma Nord fue la primera empresa en introducir ubiquinona (coenzima Q10) en el mercado europeo. En 1990, su preparado, ActiveComplex Q10 Gold, se registró como fármaco. Años más tarde, se lanzó una versión de complemento alimenticio. El producto de ubiquinona de Pharma Nord se convirtió en una marca muy conocida después de ser utilizado en dos grandes estudios científicos.

Uno de estos estudios es el KiSel-10 y se publicó en International Journal of Cardiology en 2013. En este estudio, científicos suecos administraron las cápsulas Q10 de Pharma Nord junto con un preparado de selenio llamado SelenoPrecise a un grupo de adultos mayores y sanos. Observaron cómo esto mejoraba su calidad de vida. El otro principal estudio de Q10 de Pharma Nord es el Q-Symbio y se publicó en JACC Heart Failure en 2014.

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